A menudo eclipsada por otros destinos como Santiago o A Coruña, lo cierto es que hay mucho más que ver en Pontevedra de lo que el viajero suele imaginar.
No en vano, un dicho popular gallego reza: «Pontevedra é boa vila, e dá de beber a quen pasa», una frase que tiene sus raíces en el siglo XIV y atestigua su hospitalidad y encanto.
Y es que la ciudad pontevedresa, conocida también con el sobrenombre de la ciudad del Lérez, puede presumir con orgullo de tener uno de los cascos antiguos más bonitos de Galicia.
Un casco antiguo que, además, está impecablemente conservado e invita a perderse en su laberinto de callejuelas empedradas, plazas llenas de vida y edificios con siglos de historia.
Si buscas una experiencia de viaje slow, donde cada paso sea un descubrimiento y el tiempo fluya a su propio ritmo, Pontevedra es tu destino ideal. Así que no pierdas detalle, porque a continuación te desvelaremos todo lo que ver en Pontevedra.
Los 10 imprescindibles qué ver en Pontevedra
Como es una ciudad totalmente peatonal, la capital pontevedresa invita a olvidarse del coche y explorar su casco antiguo sin prisas ni preocupaciones. ¿Listo para descubrir los imprescindibles que no te puedes perder en Pontevedra?
Iglesia de la Virgen Peregrina
En el corazón de la bulliciosa Plaza de la Peregrina, donde la escultura del loro Ravachol, personaje mítico de la ciudad, observa con picardía el ir y venir de los visitantes, se alza la iglesia de la Virgen Peregrina, un fascinante ejemplo de arquitectura religiosa en Pontevedra.
Este templo, que fusiona los estilos barroco y neoclásico, fue declarado monumento histórico-artístico en 1982, reconociendo así su singular valor arquitectónico y cultural.
Su característica más destacada es su planta en forma de vieira, símbolo del Camino de Santiago, lo que la convierte en un templo único en España y subraya la profunda conexión de Pontevedra con la ruta jacobea.
Construida entre 1778 y 1832, su fachada convexa, custodiada por dos esbeltas torres, invita a adentrarse en un interior que alberga la venerada imagen de la Virgen Peregrina, patrona tanto de la ciudad como del Camino Portugués a Santiago.
Para el viajero curioso, la iglesia esconde todavía una sorpresa más: su pila de agua bendita, formada por una colosal concha de molusco del Pacífico, donada por el almirante Méndez Núñez.
Praza da Ferrería
La encantadora Praza da Ferrería, conocida en español como Plaza de la Herrería, es uno de los principales epicentros de la vida social de la ciudad pontevedresa y uno de los imprescindibles qué ver en Pontevedra.
Rodeada de soportales que en el pasado albergaban a los herreros que le dan su nombre, la plaza es hoy un vibrante punto de encuentro donde locales y turistas se entremezclan disfrutando del ambiente de sus cafeterías y terrazas.
En el centro de los hermosos jardines de Casto Sampedro, se encuentra una icónica fuente renacentista del siglo XVI, que añade un toque de elegancia al entorno.
Adyacente a estos jardines, se alzan varios edificios históricos que completan el paisaje urbano, entre los destaca el imponente Convento de San Francisco, sobre el que hablaremos más adelante en detalle.
Praza da Leña
Si hay un lugar que ver en Pontevedra sí o sí, ese es la Praza da Leña, conocida en español como Plaza de la Leña. Y es que este rincón, enclavado en el corazón del casco antiguo pontevedrés, es uno de los más emblemáticos y fotogénicos de la ciudad.
La plaza, cuyo nombre evoca su pasado como mercado de leña, enamora por su belleza arquitectónica. No en vano, sus casas de cantería con galerías y balcones de forja adornados con coloridas flores y soportales, componen una estampa que refleja fielmente el estilo tradicional gallego del siglo XVIII.
Con un bonito cruceiro del siglo XVI presidiendo la plaza y rodeada de pazos urbanos, algunos de los cuales son hoy sedes del Museo de Pontevedra, la Plaza de la Leña es un museo al aire libre en sí misma.
Pero más allá de su innegable belleza arquitectónica, la plaza es un punto neurálgico de la vida social de la ciudad. Sus numerosas terrazas al aire libre invitan a disfrutar de la gastronomía gallega, convirtiéndola en el lugar ideal para saborear un vino y unas tapas.
Praza da Verdura
Otro de los imprescindibles que ver en Pontevedra en cualquier visita es la acogedora Praza da Verdura, situada también en el corazón histórico de la ciudad. Y es que la capital del Lérez es una ciudad de plazas, cada una con su propia historia y encanto, que invitan a perderse entre sus calles.
Antaño escenario de un animado mercado de verduras que le dio nombre, hoy esta plaza medieval se ha transformado en un punto de encuentro para locales y visitantes que se reúnen bajo sus soportales para disfrutar de la gastronomía y el ambiente de la ciudad.
Las antiguas casas que la rodean, algunas con casi 500 años de antigüedad, albergan hoy en día animadas terrazas y tabernas típicas, perfectas para degustar un buen vino y unas tapas.
En la parte alta de la plaza, la Casa de la Luz, que en su día albergó una de las primeras fábricas de electricidad de Galicia, es ahora la sede de la Oficina de Turismo, recordándonos el espíritu pionero de Pontevedra, segunda ciudad en España en tener alumbrado público.
Praza das Cinco Rúas
Pero, ¿todavía quedan más plazas qué ver en Pontevedra? Pues sí, ya que esta ciudad que enamora al viajero con sus acogedoras plazas, sorprende una vez más con otro lugar con encanto, en este caso la Praza das Cinco Rúas.
Como su nombre en gallego sugiere, cinco calles confluyen en este espacio, creando un punto de encuentro vibrante en el corazón del casco histórico pontevedrés.
Sin duda, el protagonista indiscutible de la plaza es su majestuoso cruceiro barroco del siglo XVIII. Obra maestra del arte popular gallego, en él se puede observar una expresiva representación de Adán y Eva y las figuras de la Virgen María y Cristo crucificado.
Pero la Praza das Cinco Rúas todavía esconde más sorpresas, como su vínculo con la literatura española. Y es que aquí se encuentra la casa donde vivió el célebre dramaturgo Ramón María del Valle-Inclán.
Convento de San Francisco
Datado del siglo XIV, el convento de San Francisco es otro de los monumentos imprescindibles que ver en Pontevedra. Y es que según cuenta la tradición, fue fundado por el propio San Francisco de Asís durante su peregrinación por el Camino Portugués hacia Santiago de Compostela.
El convento, que debe su existencia a las generosas donaciones de la familia del ilustre almirante y trovador Paio Gómez Chariño, destaca por su impresionante mezcla de estilos gótico y barroco, lo que le valió la declaración de Monumento Nacional en 1896.
Precisamente, el sepulcro de piedra de Chariño, situado junto al altar mayor, es una de las principales atracciones del convento, rodeado de otras tumbas de ilustres pontevedreses de la época.
A lo largo de los siglos, el convento ha experimentado diversas transformaciones. Tras la desamortización de Mendizábal, quedó deshabitado y se destinó a diversos usos, incluida su función como sede de la Delegación de Hacienda.
Ruinas de Santo Domingo
Si hay un monumento que visitar en Pontevedra de forma obligatoria esas son las ruinas de Santo Domingo, un fascinante testimonio del glorioso pasado medieval de la ciudad del Lérez.
Este antiguo convento gótico, construido por los dominicos en el siglo XIII, es uno de los mayores de Galicia y ofrece una visión única de la arquitectura de la época.
Aunque sufrió diversos intentos de demolición, la presión ciudadana logró preservar parte de este tesoro arquitectónico. Finalmente, su valor histórico y artístico fue reconocido en 1895, cuando se le concedió el estatus de Monumento Nacional.
Hoy en día, se conservan la cabecera de la iglesia con cinco ábsides poligonales y un muro lateral con un rosetón. Las ruinas forman parte del Museo Provincial de Pontevedra, donde se exhiben esculturas funerarias, lápidas gremiales y escudos heráldicos de la antigua nobleza gallega.
Las visitas están abiertas al público desde Semana Santa hasta octubre, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la apasionante historia que encierran sus muros.
Aquellos que deseen profundizar más en detalle también pueden optar por las visitas guiadas que se organizan de martes a viernes a las 12 de la mañana. Puedes encontrar todos los detalles y los horarios actualizados en la web del museo.
Basílica de Santa María la Mayor
Aunque Pontevedra no tiene catedral, la ciudad se enorgullece de albergar una auténtica joya del gótico tardío gallego. Se trata de la Basílica de Santa María la Mayor, un imponente templo que se alza majestuoso sobre un promontorio, dominando el paso del río Lérez.
Erigida en el siglo XVI por el gremio de mareantes, esta basílica no solo es un testimonio de la profunda devoción marinera de la ciudad, sino también un ejemplo del esplendor arquitectónico de la época.
Buena prueba de ello es su impresionante fachada occidental, atribuida a Cornelius de Holanda y Juan Noble, que emula un retablo pétreo de estilo plateresco.
Destaca por sus curiosos detalles, como la representación de San Jerónimo con gafas, las esculturas de Cristóbal Colón y Hernán Cortés y un relieve con la imagen más antigua conocida de Pontevedra.
El interior, de planta basilical con tres naves, fusiona de forma magistral los estilos gótico, isabelino, renacentista y churrigueresco. Sobresalen sus bóvedas de crucería, el retablo mayor de madera de castaño y nogal, y varias capillas notables como la del Bon Xesús y la de la Concepción.
Museo Provincial de Pontevedra
Fundado en 1927, el Museo Provincial de Pontevedra es una de las instituciones culturales más prestigiosas de Galicia y, por tanto, una de las cosas imprescindibles que hacer en Pontevedra en cualquier visita.
Distribuido en siete sedes a lo largo del casco histórico de la ciudad, ofrece un recorrido fascinante por la historia, el arte y la cultura gallega. Actualmente, cinco de ellas están abiertas al público: el moderno edificio Castelao, el histórico edificio Sarmiento, el edificio Fernández López, el Convento de Santa Clara y las Ruinas de Santo Domingo.
Estos espacios albergan una amplia y diversa colección que incluye arqueología, pintura, escultura, fotografía, mobiliario y cerámica, abarcando desde la prehistoria hasta el arte contemporáneo.
Desde el tesoro prehistórico de oro más grande de Europa, conocido como el «Tesouro de Caldas de Reis», hasta obras de artistas de renombre como Castelao, Sorolla y Dalí, pasando por una importante muestra de arte gallego desde el siglo XIV hasta la actualidad, el museo ofrece un panorama completo de la riqueza cultural de la región.
El museo no solo es un espacio expositivo, sino también un centro de investigación con un valioso archivo y biblioteca. Además, ofrece un programa dinámico de exposiciones temporales, conferencias y actividades para todos los públicos, consolidándose como un referente cultural imprescindible en Galicia.
Puente del Burgo
Símbolo inequívoco de la gloriosa historia medieval de la ciudad, el majestuoso Puente del Burgo es el más antiguo y uno de los imprescindibles qué ver en Pontevedra en cualquier visita.
Este puente ha sido testigo de innumerables peregrinos y viajeros que, durante siglos, han cruzado el río Lérez. Hoy en día, su silueta inconfundible, adornada con conchas de vieira, se ha convertido en una postal icónica de la ciudad.
Aunque su origen se remonta a la época romana, el puente actual data del siglo XII, siendo objeto de numerosas reconstrucciones y modificaciones a lo largo de los siglos que le han dado su aspecto actual.
Originalmente, el puente contaba con quince arcos, aunque en la actualidad se conservan once, realizados en sillería medieval. Su diseño, con arcos de medio punto, es un testimonio de la habilidad arquitectónica de la época.
Mapa con los puntos de interés qué ver en Pontevedra
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