Explorar los pueblos más bonitos de A Coruña supone embarcarse en una aventura por la Galicia más auténtica. Y es que esta provincia, con su impresionante patrimonio histórico y sus paisajes de ensueño, ofrece un sinfín de posibilidades para los viajeros más curiosos.
Así que acompáñanos en este viaje por los pueblos más bonitos de A Coruña y déjate seducir por su magia, historia y la hospitalidad de sus gentes.
Los 10 pueblos más bonitos de A Coruña
Desde las bonitas casas marineras de Muros o Betanzos hasta la mística atmósfera de lugares Santo André de Teixido o Muxía, pasando por el encanto rural de Ponte Maceira, cada uno de estos pueblos es un testimonio vivo de la cultura y tradiciones de Galicia.
Ponte Maceira
A tan solo un cuarto de hora de Santiago de Compostela, en pleno paso del Camino a Fisterra, Ponte Maceira se presenta como un remanso de paz donde el tiempo parece detenerse, enamorando al viajero con su encanto atemporal y su perfecta armonía con la naturaleza.
Su icónico puente de piedra de cinco arcos sobre el río Tambre, es sin duda el protagonista indiscutible de la escena, acompañado de las pintorescas casas de piedra y los antiguos molinos de agua que salpican la ribera del río.
El majestuoso Pazo de Baladrón con su fachada cubierta de hiedras y la capilla de San Brais completan este conjunto histórico, transportando al viajero a la esencia misma de Galicia.
Pero hay mucho más. Por ejemplo, los amantes de las actividades al aire libre encontrarán aquí un verdadero paraíso para explorar la zona y sumergirse en plena naturaleza. Te recomendamos la ruta de los Tres Pazos, que discurre por frondosos bosques y verdes prados.
No es de extrañar que, con semejante combinación de historia, arquitectura y naturaleza, Ponte Maceira forme parte de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España.
Así que, ya sea como parada en el Camino a Finisterre o como destino en sí mismo, en tu próximo viaje a Galicia no te pierdas Ponte Maceira, uno de los pueblos más bonitos de A Coruña.
Noia
Muy cerca de Ponte Maceira, la villa de Noia espera al visitante con un casco histórico que, declarado Bien de Interés Cultural, se alza como uno de los más bellos de la provincia de A Coruña.
Paseando por sus calles empedradas podrás descubrir auténticos tesoros arquitectónicos. Uno de ellos es la iglesia de Santa María a Nova, con su fascinante Museo das Laudas Gremiais, una impresionante colección de más de 500 lápidas medievales (la más grande y antigua conservada en Europa) que narran historias de artesanos y nobles de siglos pasados.
El convento gótico-renacentista de San Francisco y la iglesia de San Martiño, con su imponente rosetón y su torre inconclusa envuelta en una curiosa leyenda negra, son otros puntos de interés imprescindibles en cualquier visita a la villa noiesa.
El ambiente señorial de Noia se respira en cada rincón, especialmente en edifcios como el pazo de Tapal, el pazo de Dacosta o la Casa da Xouba, que hablan a las claras de la importancia de la villa en la época medieval.
Para poner el broche de oro a la visita te recomendamos desplazarte a la Central Hidroeléctrica del Tambre, una obra maestra del modernismo industrial diseñada por el arquitecto Antonio Palacios conocida como «la Catedral de la Electricidad».
Muros
Al otro lado de la ría se encuentra Muros, un tesoro medieval que enamora al visitante con sus calles empedradas, casas marineras con soportales de piedra e iglesias centenarias.
El puerto, siempre animado, es el corazón de la villa, donde los barcos descargan el marisco y el pescado más fresco, listo para ser degustado en los restaurantes locales por todos aquellos que quieren disfrutar de la mejor gastronomía gallega.
El casco antiguo de Muros, declarado Conjunto Histórico-Artístico, invita a deshacerse de mapas y perderse en su laberinto de callejuelas empedradas para descubrir lugares de gran belleza como la plaza de la Pescadería Vella, la plaza de Santa Rosa o el Curro da Praza.
Pero la villa muradana no es uno de los pueblos más bonitos de A Coruña solo por eso. Muros es también naturaleza, que se despliega en todo su esplendor en el famoso Monte Louro, un paraíso para amantes de las vistas panorámicas, y en la Lagoa das Xalfas, un humedal de gran valor ecológico donde las aves encuentran refugio.
Y por supuesto, no podemos olvidar sus playas. Desde la pequeña Praia do Castelo, junto al puerto, hasta la extensa y salvaje Praia de Area Maior, Muros ofrece arenales para todos los gustos, donde relajarse y disfrutar de la brisa del Atlántico.
Carnota
Aunque Carnota no destaque por su casco histórico, este enclave privilegiado entre la Costa da Morte y la Ría de Muros e Noia ofrece un amplio abanico de atractivos que le hacen pertenecer por derecho propio a esta selecta lista de los pueblos más bonitos de A Coruña.
La playa de Carnota, la más larga de Galicia con sus más de 7 kilómetros de arena fina, es sin duda un lugar de obligada visita para los amantes del sol, el mar y la observación de aves, puesto que forma parte de la Red Natura 2000.
Pero este pueblo también es historia viva. Muy cerca del casco urbano se encuentra el imponente hórreo de Carnota, unos de los más largos de Galicia y catalogado como Monumento Nacional. Junto a la iglesia de Santa Comba y la casa rectoral conforma un conjunto arquitectónico de valor excepcional.
La naturaleza también juega un papel protagonista en Carnota. El Monte Pindo, conocido como el «Olimpo Celta», se alza majestuoso sobre el mar con sus formaciones rocosas únicas, sus leyendas y sus vistas panorámicas que dejan sin palabras.
Este espacio natural, cargado de misticismo y belleza, invita a la exploración y al senderismo, ofreciendo una experiencia inolvidable en plena naturaleza gallega.
A Pobra do Caramiñal
Cuando se habla de los pueblos más bonitos de A Coruña, lo cierto es que a Pobra do Caramiñal es, a menudo, una de las grandes olvidadas. Pero lo cierto es que, a nuestro juicio, este pueblo merece un lugar destacado en cualquier ruta por las Rías Baixas.
Y es que este enclave privilegiado situado en la Península del Barbanza invita a disfrutar de su perfecta combinación entre patrimonio histórico y belleza natural.
Sus dieciséis playas, desde extensos arenales como Cabío hasta calas recónditas, lo convierten en uno de los municipios más turísticos de la provincia de A Coruña, atrayendo a visitantes de toda Galicia y más allá.
Pero A Pobra es mucho más que turismo de sol y playa. Su rico legado histórico se despliega en joyas como las iglesias de Santa María la Antigua y de Santiago do Deán. Y también en la Torre de Bermúdez, íntimamente ligada a la figura del célebre escritor Valle-Inclán y que hoy acoge un interesante museo en torno a su figura.
Además, el encanto marinero de A Pobra se respira en cada rincón, especialmente en el barrio de A Covecha. Pasear por sus calles asoportaladas, flanqueadas por casas de piedra con amplias galerías, es como vivir un viaje en el tiempo.
Por lo demás, los amantes de la naturaleza encontrarán en el Mirador da Curota un espectáculo visual. Desde su cima, las vistas panorámicas se extienden desde la ría de Arousa hasta el cabo de Finisterre, regalando una estampa difícil de olvidar.
Santo André de Teixido
Encaramado a los majestuosos acantilados de la Costa Ártabra encontramos otro de los pueblos más bonitos de A Coruña. Se trata de Santo André de Teixido (municipio de Cedeira), un lugar de leyenda y misticismo que atrae a peregrinos desde tiempos inmemoriales.
La tradición gallega asegura que «a Santo André de Teixido vai de morto quen non foi de vivo», lo que traducido al español quiere decir que «a San Andrés de Teixido va de muerto quien no fue de vivo».
Y es que, según cuenta la leyenda, San Pedro prometió al apóstol Andrés que todo aquel que no lo visitara en vida, lo haría tras su muerte, reencarnado en un animal.
El santuario, con su característica fachada blanca, se alza majestuoso sobre el paisaje, ofreciendo vistas impresionantes de la bravura del Océano Atlántico.
En su interior, un relicario guarda un fragmento de hueso de San Andrés, y los peregrinos suelen llevarse los conocidos como «sanandresiños», figuritas de pan bendecidas, como recuerdo de su visita.
Pero Santo André de Teixido es mucho más que su santuario. Los alrededores ofrecen una experiencia única, con paisajes de acantilados vertiginosos, como los de Vixía de Herbeira, considerados los más altos de la Europa continental.
Ya en el cercano municipio de Cariño merece la pena visitar el faro de cabo Ortegal, testigo silencioso de la historia geológica de nuestro planeta. Sus rocas, algunas de las más antiguas de Europa, cuentan con más de 1.160 millones de años de antigüedad.
Redes
Nos vamos ahora a la ría de Ares a visitar Redes, un pintoresco pueblo marinero que enamora a primera vista por las coloridas casas indianas con ventanas y balcones de madera que pueblan su paisaje urbano.
La mayoría de estas casas, legado de los emigrantes retornados que hicieron fortuna en América, se concentran en torno a la Rúa Nova y la Plaza do Pedregal, otorgando al pueblo un encanto cinematográfico.
Y no es una exageración. Redes ha sido escenario de numerosas películas y series de televisión, seduciendo incluso a directores tan renombrados como Pedro Almodóvar, que grabó aquí su película «Julieta».
Uno de los símbolos más característicos de Redes son las cabrias, unos palos de madera cruzados que se alzan junto al puerto. Antiguamente, los marineros colgaban aquí sus redes para secarlas, recordándonos la profunda conexión de este pueblo con el mar. De hecho, el nombre de Redes proviene precisamente de esta tradición.
Para completar la visita, no dejes de acercarte a la playa de Area Morta. Su ambiente tranquilo y acogedor invita a relajarse y disfrutar de la brisa marina, siendo el lugar ideal para poner el broche de oro a una escapada por uno de los pueblos más bonitos de A Coruña.
Muxía
Como pasa con A Pobra do Caramiñal, Muxía quizás no enamore por su casco antiguo, pero lo cierto es que no le hace falta, ya que ofrece atractivos de sobra para ser por derecho propio uno de los pueblos más bonitos de A Coruña.
Enclavado en la ría de Camariñas, en la salvaje Costa da Morte, Muxía cautiva con su aura de misticismo y su belleza natural. Sin duda, su principal reclamo es el Santuario da Virxe da Barca, lugar de peregrinación jacobea donde la leyenda cobra vida.
Y es que se dice que fue precisamente aquí a donde la Virgen María llegó en una barca de piedra para alentar al Apóstol Santiago en su labor de predicación por Hispania.
Los supuestos restos de esta embarcación, las conocidas como «Piedras del Milagro», se encuentran esparcidos por los alrededores. Son la Pedra de Abalar, la Pedra dos Cadrís, la Pedra do Timón y la Pedra dos Namorados, cada una con su propia leyenda que te recomendamos conocer.
Su puerto pesquero, vibrante y lleno de vida, y su lonja, donde se subastan las capturas del día, son el corazón de la villa. Sus calles empedradas y su arquitectura tradicional invitan a un paseo tranquilo, mientras que sus playas, como Nemiña o Lourido, permiten apreciar la serena belleza del Océano Atlántico.
Y para culminar la experiencia, no deberías irte de aquí sin ver un atardecer en el faro del Cabo Touriñán. Y es que aunque Fisterra se lleve siempre los elogios (merecidos por otra parte), lo cierto es que el punto más occidental de la España peninsular se encuentra aquí.
Y también es aquí, entre los equinoccios, donde podrás presenciar el «finis solis», la puesta de sol más tardía de Europa, un espectáculo de luz y color que te aseguramos que quedará grabado para siempre en tu memoria.
Betanzos
Situado a un paso de la ciudad de A Coruña, Betanzos es uno de los fijos en este tipo de listas. Y es que su casco antiguo medieval, declarado Conjunto Histórico-Artístico es uno de los mejor conservados de Galicia y rebosa encanto por todos y cada uno de sus costados.
Paseando por sus recoletas calles empedradas, flanqueadas por casas marineras con soportales de piedra y amplias galerías blancas, tendrás la sensación de estar viajando a otra época.
Especialmente bonito es su conjunto de iglesias góticas (Santiago, San Francisco y Santa María del Azogue) y sus pazos, el de Bendaña y el de Taboada, que añaden el toque señorial a la villa.
Pero Betanzos no es solo patrimonio. Sus plazas, como la de los Hermanos García Naveira son el epicentro de la vida local. Precisamente estos ilustres betanceiros emigrados a América, construyeron en su tierra el Parque do Pasatempo, un singular espacio, precursor de los parques temáticos, que invita a un recorrido a través de la fantasía y la historia.
Y, por supuesto, no puedes irte de uno de los pueblos más bonitos de A Coruña sin probar la famosa tortilla de Betanzos, sin cebolla, poco cuajada y llena de sabor. Un verdadero manjar que es todo un símbolo de la identidad betanceira.
O Barqueiro
Este pintoresco puerto pesquero situado en la desembocadura del río Sor, en la ría homónima, es sin duda uno de los grandes secretos escondidos de la costa coruñesa.
Sus casas marineras de colores vibrantes, escalonadas como un anfiteatro frente a la ría, crean una estampa que evoca la esencia de la auténtica Galicia marinera. No por nada muchos lo llaman «el Cudillero gallego» y lo consideran uno de los pueblos más bonitos de A Coruña.
El nombre de O Barqueiro tiene su origen en los barqueros que, durante siglos, cruzaban la ría transportando a los vecinos de una orilla a otra, hasta la construcción del puente metálico en 1901. Hoy, este puente, conocido como «A Ponte Vella», es un símbolo del pueblo y un lugar ideal para disfrutar de buenas vistas.
Pasear por su coqueto puerto, observar el ir y venir de los barcos pesqueros, o simplemente sentarse en una terraza a disfrutar de la puesta de sol sobre la ría, son experiencias que merece la pena vivir aquí.
La gastronomía, como no podía ser de otra manera, también es otro de los grandes atractivos de O Barqueiro. Pescados y mariscos frescos, recién llegados del mar, son la base de una cocina sencilla pero deliciosa, que podrás disfrutar en los restaurantes de la zona.
Y si te apetece explorar más allá, desde O Barqueiro puedes asomarte a los imponentes acantilados del cabo de Estaca de Bares, el punto más septentrional de la Península Ibérica, donde el Mar Cantábrico y el Océano Atlántico se encuentran.
Esperamos que esta amplia selección de los pueblos más bonitos de A Coruña te haya inspirado para planificar tu próximo viaje a Galicia.
Sí, sabemos que hay muchos más lugares llenos de encanto que podrían haber sido incluidos, pero hemos querido destacar aquellos que mejor capturan la diversidad y el carácter de la provincia coruñesa.
Por lo que puedes creernos que, aunque no están todos los que son, sí son todos los que están. Te invitamos a descubrirlos y a dejarte sorprender por todo lo que A Coruña tiene para ofrecer.
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