Bienvenido a la Ruta de los Faros de Galicia, un fascinante viaje para descubrir la esencia del litoral gallego a través de algunos de sus más icónicos centinelas marítimos.
Este recorrido, que abarca más de 1.100 kilómetros de costa, une las bravas Rías Altas con las serenas Rías Baixas, revelando por el camino la impresionante belleza de los paisajes, la rica cultura de Galicia, la hospitalidad de sus gentes y, por supuesto, una gastronomía deliciosa.
Dividida en ocho etapas cuidadosamente diseñadas, la ruta permite explorar 76 municipios, 99 puertos pesqueros y cientos de playas, permitiendo una inmersión completa en la auténtica Galicia marinera.
Conoce las etapas de la Ruta de los Faros de Galicia
Pensada para ser recorrida en coche, moto o autocaravana, la Ruta de los Faros ofrece la libertad de explorarla a tu ritmo, detenerse en cada rincón y contemplar la abrumadora naturaleza gallega, donde los acantilados se funden con las rías, creando un escenario de belleza inigualable. ¿Comenzamos?
De Ribadeo a Viveiro: descubriendo la Mariña Lucense
Este tramo de la Ruta de los Faros de Galicia discurre entre dos de los pueblos más bonitos de la provincia de Lugo, Ribadeo y Viveiro, a través de 60 kilómetros que permiten descubrir la belleza de la Mariña Lucense.
Sin duda, una de las paradas obligatorias para todos los viajeros es la fantástica playa de Las Catedrales, un espectáculo de la naturaleza que te dejará sin palabras con sus arcos naturales y formaciones rocosas.
Eso sí, recuerda que para visitarla es necesario solicitar la autorización de la Xunta de Galicia, pues en temporada alta el acceso está regulado para preservar este tesoro natural.
En el propio municipio de Ribadeo también merece la pena visitar el pintoresco pueblo marinero de Rinlo, conocido por su deliciosa gastronomía. Y es que se dice que aquí, en el Restaurante Porto de Rinlo, se puede comer uno de los mejores arroces con bogavante de Galicia. Nosotros lo probamos, ¡y lo confirmamos!
Pero como la ruta va de faros, te recomendamos visitar algunos de los centinelas marítimos que custodian esta costa, como el encantador faro de Isla Pancha, Punta Atalaia en San Cibrao (Cervo) y Punta Roncadoira (Xove), que regala una de las más bonitas panorámicas de la Mariña Lucense.
Por otra parte, si eres amante del senderismo, te recomendamos también el Mirador de Santa Cruz en Ribadeo, desde donde podrás disfrutar de una espectacular vista panorámica de la ría.
Y si visitas Viveiro el primer domingo de julio, no te pierdas la Rapa das Bestas de Candaoso, una tradición ancestral donde podrás ver la lucha cuerpo a cuerpo entre el hombre y los caballos salvajes.
De Mañón a Cedeira: la magia de la costa del Ortegal
Este segundo tramo de la Ruta de los Faros de Galicia sumerge al viajero en la espectacular costa del Ortegal, un recorrido que fusiona naturaleza salvaje, historia y misticismo.
Lo ideal es empezar la ruta en O Barqueiro, uno de los pueblos más pintorescos de A Coruña, que enamora a primera vista con su fachada de casas de colores junto al mar. Desde allí, lo recomendable es dirigirse hasta el cabo de Estaca de Bares y su faro, que ofrece unas impresionantes vistas del encuentro entre el Atlántico y el Cantábrico.
Después, el trayecto hacia Cedeira nos llevará por lugares emblemáticos de Galicia como el Santuario de Santo André de Teixido, envuelto en leyenda, y la majestuosa sierra de A Capelada, conocida por albergar unos de los acantilados más imponentes de Europa, que se desploman sobre el Atlántico desde unos 600 metros de altura.
En este tramo, el mirador de Vixía Herbeira se presenta como parada obligatoria si quieres llevarte una de las mejores fotos del viaje. A pocos kilómetros, los acantilados de Picón-Loiba nos sorprenden con «el mejor banco del mundo», un rincón que se ha hecho famoso en las redes sociales por sus vistas panorámicas.
Y si te apasiona la geología, el faro de cabo Ortegal, enclavado en un geoparque reconocido por la UNESCO, te dejará boquiabierto con sus formaciones rocosas como Os Aguillóns. Se trata de rocas que normalmente se ocultan en las profundidades del manto terrestre y aquí se muestran en todo su esplendor, revelando la historia geológica de la Tierra.
Por supuesto, no puedes pasar por alto otros faros que custodian esta costa: Punta Robaleira y Punta Candieira, ambos en el municipio de Cedeira, te mostrarán la fuerza del mar y la belleza de un paisaje que se graba a fuego en la memoria.
De Cedeira a Ferrol: conociendo la Costa Ártabra
Este tercer tramo de la Ruta de los Faros invita a descubrir la belleza indómita de la Costa Ártabra, un recorrido que serpentea entre Cedeira y Ferrol, ofreciendo un amplio mosaico de paisajes costeros que cautivan a cada paso.
El viaje comienza en Cedeira y nos lleva hacia el sur, pasando por el municipio de Valdoviño, en un trayecto donde las playas se convierten en protagonistas indiscutibles.
La playa de Covas, con su amplio arenal, invita a disfrutar del mar, mientras que la playa ferrolana de Doniños destaca como la meca del surf en Galicia, atrayendo a entusiastas de las olas de todo el mundo.
En el municipio de Valdoviño merece la pena visitar el curioso faro de Punta Frouxeira, cuyo diseño vanguardista no deja indiferente a nadie. Aunque para curioso lo que se esconde bajo tierra: unos antiguos túneles militares de la década de 1920 con vistas directas al océano Atlántico.
De camino a Ferrol, una de las paradas destacadas de la ruta es el Faro de Cabo Prior, en funcionamiento desde 1853. Su ubicación privilegiada lo convierte en uno de los mejores miradores de la costa ferrolana y permite deleitarse con unas espectaculares vistas.
El recorrido culmina en la ciudad de Ferrol, donde además de descubrir el céntrico e histórico barrio de A Magdalena, te recomendamos visitar el barrio marinero de A Graña, situado al otro lado de la ensenada de A Malata. Un buen lugar para poner el broche a la ruta y disfrutar del ambiente de su puerto.
De Malpica de Bergantiños a Fisterra: la Costa da Morte
El recorrido por la Costa da Morte, desde Malpica de Bergantiños hasta Fisterra, es sin duda una de los más bonitos de esta ruta, ya que permite conocer algunos de los faros más emblemáticos de Galicia.
La ruta comienza en Buño, epicentro de la alfarería del noroeste peninsular, donde el oficio tradicional sigue vivo en pleno siglo XXI. Aquí merece la pena hacer un alto en el camino para conocer el conjunto etnográfico de los Muiños de Ardeleiro, situados junto al mar.
Aunque para magníficas vistas las que se pueden ver desde la ermita de Santo Adrián, un mirador natural que ofrece una panorámica de excepción de las islas Sisargas y su imponente faro.
Avanzando por la costa, el faro de Punta Nariga, uno de los más modernos de Galicia (1998), sorprende al viajero con su curiosa forma de proa de barco que se adentra en el mar, obra del arquitecto César Portela.
De camino a Fisterra, este tramo permite descubrir faros emblemáticos como el de O Roncudo y Laxe, testigos silenciosos de la bravura que caracteriza esta zona de la Costa da Morte. El camino serpentea hacia el sur donde, si hay tiempo suficiente, merece la pena hacer paradas en los pueblos de Camelle y Camariñas.
Aunque si hay una parada obligatoria esa es la del faro de Cabo Touriñán. Y es que no solo se trata del punto más occidental de la España Peninsular sino que aquí, durante los equinocios, tiene lugar el mágico espectáculo del finis solis, es decir, la puesta de sol más tardía de la Europa Continental.
El final de este tercer tramo de la Ruta de los Faros de Galicia nos lleva hasta el faro de Cabo Fisterra, considerado por los romanos como el fin del mundo conocido. Un lugar místico que ofrece una incomparable panorámica del Océano Atlántico y desde donde las puestas de sol son también para recordar toda la vida.
De Cee a Porto do Son: las Rías Baixas más desconocidas
Este tramo de la Ruta de los Faros de Galicia marca el inicio de las Rías Baixas y nos lleva por algunos de sus rincones menos conocidos, aunque no por ello menos bonitos y cautivadores.
El recorrido, que comienza en la villa marinera de Cee y se adentra en el municipio de Dumbría, nos regala una primera parada para el recuerdo: la Fervenza do Ézaro, una espectacular cascada de 40 metros donde el río Xallas se precipita directamente al mar, ofreciendo un espectáculo natural único en Europa.
Bordeando la costa hacia el sur, con el mágico monte Pindo como vigía, nos encontramos con la playa de Carnota, un largo arenal de 7 kilómetros que puede presumir de ser la más larga de Galicia. Cerca de allí se encuentra el espectacular Hórreo de Carnota, uno de los más grandes de todos los que hay en tierras gallegas.
Como no podía ser de otra forma, los faros también son protagonistas indiscutibles en esta ruta. El faro de Lariño, en Punta de A Ínsua, data de 1921 y hoy en día se ha convertido en un hotel-faro con encanto y vistas privilegiadas del litoral.
Más adelante, el faro de Louro, ya en el municipio de Muros, brinda una panorámica inolvidable de la entrada a la Ría de Muros y Noia. Y de paso, permite descubrir uno de los paisajes más bonitos de toda la ruta, el emblemático monte Louro y su laguna de As Xalfas.
El viaje acaba en Porto do Son, donde merece la pena subir al Mirador de A Atalaia a contemplar las vistas. También son visitas imprescindibles el Castro de Baroña, un asentamiento castrexo singular por su localización junto al mar, y las maravillosas playas de la zona, como la salvaje As Furnas o la tranquila Espiñeirido.
De Corrubedo a O Grove: entre dunas y faros centenarios
Este tramo de la Ruta de los Faros de Galicia es la oportunidad perfecta para sumergirse por completo en las Rías Baixas a través de un recorrido costero de más de 80 kilómetros que va desde Ribeira a O Grove.
Una de las mejores opciones es comenzar el recorrido en el fascinante Parque Natural de Corrubedo, un ecosistema de excepcional valor ecológico, famoso por su gran duna móvil y sus dos lagunas costeras, una de agua dulce y otra de agua salada.
Dos faros históricos destacan en este itinerario. El faro de Corrubedo, en funcionamiento desde 1854, vigila la entrada sur de la Ría de Muros. Más adelante, en la Isla de Arousa, se encuentra el faro de Punta Cabalo, construido en 1852, que ofrece unas espectaculares vistas panorámicas de la ría de Arousa.
Además, este tramo de la Ruta de los Faros gallegos representa la ocasión ideal para descubrir algunos de los pueblos más bonitos de Galicia como es el caso de A Pobra do Caramiñal o Cambados. Este último, conocido por ser la capital del vino Albariño, bien merece una visita pausada para disfrutar de su arquitectura tradicional.
El recorrido finaliza en O Grove, un paraíso para los amantes del mar y la buena mesa. Conocida como la capital del marisco gallego, no solo ofrece playas de indudable belleza sino también una de las fiestas gastronómicas más importantes de Galicia. Y para los que busquen extender su aventura, tienen Sanxenxo y sus fantásticas playas a un paso.
Contemplando las Islas Cíes, el paraíso natural de las Rías Baixas
Las Islas Cíes, joya indiscutible de las Rías Baixas, pueden verse en todo su esplendor desde diversos puntos de la Península del Morrazo. El recorrido de este tramo de la Ruta de los Faros comienza en Cangas do Morrazo, un punto de partida ideal para explorar esta fascinante zona de las Rías Baixas.
La primera parada es en O Facho de Donón, uno de los mejores miradores de Pontevedra. Y es que desde aquí no solo es posible contemplar una fantástica perspectiva de las islas Cíes, sino también de la isla de Ons y buena parte de las Rías Baixas.
Muy cerca se encuentra uno de los paisajes más impresionantes de la provincia de Pontevedra: Cabo Home y sus faros, el de Punta Subrido y el de Punta Robaleira.
Este lugar mágico no solo custodia la entrada a la ría de Vigo, sino que también regala otra fantástica panorámica de las Cíes, permitiendo apreciar la grandeza del Atlántico y la silueta de las islas recortada contra el horizonte.
Continuando hacia el sur, el recorrido permite descubrir alguna de las playas más bonitas de la zona, como Nerga, Barra y Melide. Sus aguas cristalinas y su fina arena blanca invitan a relajarse un rato en pleno contacto con la naturaleza.
Para poner el broche de oro al recorrido, nada mejor que visitar el cruceiro de O Hío, una verdadera joya del patrimonio etnográfico que se ha ganado a pulso ser considerado uno de los monumentos más emblemáticos de Galicia.
De Vigo a Baiona pasando por las Cíes
El tramo final de la Ruta de los Faros de Galicia reserva una experiencia inolvidable: la exploración de las Islas Cíes, un auténtico paraíso que forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. La aventura puede comenzarse desde Vigo, Cangas o Baiona, ya que desde cualquiera de estos lugares parten ferris con regularidad hacia el archipiélago.
Una vez en las islas, el recorrido nos llevará por lugares emblemáticos como el castro de As Hortas o las playas de aguas transparentes como Nosa Señora, Figueiras o Rodas, esta última considerada por The Guardian como la mejor playa del mundo. ¡Un auténtico paraíso!
Pero como la ruta va de faros, en las islas hay unos cuantos para descubrir. En el Monte do Faro se encuentra el conocido como faro de las Islas Cíes, considerado el más antiguo de las islas y en funcionamiento desde el año 1853.
Desde aquí, la ruta puede continuarse para conocer otros faros destacados del archipiélago como el de A Porta o el de O Peito, que custodia la entrada norte a la ría de Vigo. En las islas todavía existe otro faro, el de Os Bicos, aunque no es sencillo visitarlo ya que se encuentra en la isla de San Martiño.
De regreso a tierra firme, lo ideal es visitar la bonita villa de Baiona, con un casco antiguo lleno de encanto y protagonista de hitos de la historia como la llegada de la carabela La Pinta con la noticia del descubrimiento de América, un acontecimiento conmemorado cada año a principios de marzo con la Festa da Arribada.
Una vez aquí, la Ruta de los Faros va tocando a su fin, pero antes de finalizarla en la encantadora villa marinera de A Guarda, algunas visitas imprescindibles que recomendamos son el faro de Cabo Silleiro o el histórico Monasterio de Santa María de Oia.
Planificación del viaje: cuándo y cómo recorrer la Ruta de los Faros de Galicia
Aunque cualquier época es buena para hacer la Ruta de los Faros, lo cierto es que debido a las características del clima de Galicia, la mejor época para emprender esta aventura es entre los meses de mayo y septiembre, cuando el tiempo es más estable, con días soleados y temperaturas agradables, ideales para disfrutar de las playas y los paisajes costeros.
No obstante, para aquellos que buscan una experiencia más intensa y auténtica, los meses de otoño e invierno ofrecen una perspectiva completamente diferente. Y es que en esta época, la costa gallega muestra su lado más salvaje y dramático, lo que permite comprender plenamente la importancia de estos faros y su crucial papel en la navegación costera.
En cuanto al medio de transporte, esta ruta ha sido especialmente diseñada para hacer en coche, moto o autocaravana, ya que así es posible cubrir las largas distancias que existen entre los diferentes faros y, al mismo tiempo, hacer paradas en pueblos, playas y miradores a lo largo del camino.
Parece lo mismo, pero no lo es
La Ruta de los Faros de Galicia es diferente al conocido como O Camiño dos Faros, una ruta de senderismo de más de 200 kilómetros que también está estructurada en 8 etapas.
La Ruta de los Faros que protagoniza este artículo es un itinerario promovido por Turismo de Galicia que abarca toda la costa gallega y que puede realizarse en coche, moto o autocaravana. Su enfoque es más turístico, invitando a los viajeros a conocer los faros, los pueblos marineros y los espacios naturales más destacados de Galicia.
Por otro lado, el Camiño dos Faros es una ruta senderista de gran recorrido promovida por la asociación O Camiño dos Faros. La ruta recorre la Costa da Morte, desde Malpica hasta Finisterre. Su principal atractivo reside en la experiencia de senderismo, que permite conectar con la naturaleza y disfrutar de la costa en su estado más puro.
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